En una pequeña habitación congelada en una casa grande y vieja vivía un niño llamado Timmy. En su pequeña habitación fría, Timmy estaba muy solo, el aire gélido mordiendo su nariz y sus dedos de los pies. Las paredes estaban vacías y hechas de hielo, disminuyendo aún más su ya pequeña estatura.
Por la noche, se acurrucaba en su estrecha cama y se cubría con la delgada manta hasta la barbilla para mantenerse caliente. Pero por mucho que se enrollara, el frío todavía lo alcanzaba; sus dedos estaban entumecidos y su cuerpo temblaba de escalofríos. La pequeña habitación fría era más como una prisión congelada que una habitación cálida.
Una noche cuando Timmy no podía dormir, escuchó cómo la vieja casa crujía y gemía. Imaginó susurros detrás de las opacas paredes de su pequeña habitación fría. Curioso pero un poco asustado, puso su oreja contra la congelada pared, esperando descubrir qué estaba pasando. Lo que escuchó le provocó escalofríos, miedo.
En algún lugar profundo en las sombras oscuras de la pequeña habitación fría, algo aterrador estaba esperando. Timmy lo sintió, incluso cuando no lograba percibirlo. Las sombras danzaban a lo largo de las paredes, creando formas extrañas que parecían retorcerse por su propio impulso. La respiración de Timmy se empañaba en el aire frío mientras se acurrucaba bajo su manta, con miedo incluso de abrir los ojos por temor a ver algo terrible.
Y, hacía mucho frío y era aterrador en su pequeña habitación fría, pero Timmy ESCOGIÓ no tener miedo. Se dio cuenta de que necesitaba ser valiente y aprender a vivir a través del frío. Y cada día, el hielo que lo atormentaba dejó de ser una red abrumadora para convertirse en un hilo que podía deslizar entre sus manos.
Finalmente, Timmy se dio cuenta de que para sobrevivir en el conejera no reclamada, Timmy necesitaba mantenerse caliente, pero no solo eso, también tenía que ser valiente. La pequeña habitación fría dejó de ser una prisión y se convirtió más en un lugar para ser fuerte a medida que pasaban los días. Y mientras el escarcha se derretía de su corazón, Timmy descubrió el calor de alguien que había estado lejos todo el tiempo dentro de sí mismo, algo que ninguna habitación fría podría quitarle.